Todas las naves poseen una planta baja diáfana con una altura libre de más de 10 metros, y una cubierta a dos aguas en toda la superficie, salvo en la zona de altillo, donde tiene una altura libre cercana a los 5 metros.
Las fachadas de las naves se realizan mediante paneles de hormigón prefabricado hasta la cubierta y arrancando desde los muros perimetrales de la nave. Las fachadas de los altillos se realizan mediante sistema de paneles metálicos con aislamiento, trasdosados al interior con pladur y aislante.
La planta baja permite el desarrollo de cualquier actividad de producción o almacenaje, quedando a expensas de que cada inquilino desarrolle un proyecto de actividad en cada caso una vez las naves se alquilen. En dicha planta baja se dispone de unos aseos y vestuarios en cantidad suficiente por el momento, aunque la actividad a desarrollar en la nave podría obligar al inquilino a hacer una ampliación de estos servicios.
Las plantas de altillo poseen una superficie aproximada del 20% de la superficie de planta baja. Los altillos son superficies diáfanas, y poseen aseos y una escalera que comunica la planta alta con la baja. Asimismo, se deja previsto en la estructura de los altillos de cada una de las naves un hueco para la posterior colocación de un ascensor o aparato elevador, que, con motivo de la actividad a realizar, fuera necesario disponer.